Dirijo una escuela náutica, la Escola Port / Formación Profesional del Mar, en el Puerto Olímpico de Barcelona y mi recorrido diario desde el norte de Barcelona hasta el Puerto Olímpico son 40 km, unos 30 minutos, por esta razón y después de hacer números en relación al ahorro de comprar un coche eléctrico, me decidí por la compra de un coche eléctrico. Y aunque parezca mentira, he detectado ciertas similitudes entre navegar y conducir un coche eléctrico que expondré en este artículo.
Llevo poco más de un mes circulando con el nuevo coche eléctrico, un pequeño Renault ZOE. El coche me permite realizar cómodamente este recorrido de 80 kms diarios con un importante ahorro de dinero en combustible y, no menos importante, sin contaminar el medio ambiente.
El coche eléctrico y la navegación
Durante el viaje por la autopista voy rápido y solo oigo el efecto aerodinámico del viento al rozar con el coche. Como navegante de veleros, he de decir que me encanta esa sensación de oír el viento. Si apago la radio solo se oye viento, es agradable. Lo mismo que la sensación de no contaminar el medio ambiente.
Elegir entre Motor o Vela
Navego a vela desde niño y en el sector náutico siempre hemos tenido aficionados por los barcos a motor y aficionados por los barcos a vela. Puedo apreciar una similitud entre el dilema de siempre entre aficionados a motor o vela y el actual dilema entre partidarios de coches eléctricos y coches de combustión.
Conduciendo un coche eléctrico solo llevo un mes y navegando a vela toda la vida, pero en este tiempo ya he podido apreciar similitudes entre la navegación a vela y el coche eléctrico. La primera y más evidente es que ambos son medios de transporte no contaminantes tanto en emisiones como en ruido (la contaminación acústica, para mí, es también muy importante).
Uso de los recursos al navegar y conducir un coche eléctrico
La segunda similitud la he observado en la forma de utilizar ambos medios de transporte. Conducir un coche eléctrico requiere de un uso inteligente de los recursos con que cuentas para regenerar energía con la frenada y si lo haces bien al final de tu trayecto habrás ahorrado mucha energía y podrás hacer más kilómetros sin tener que recargar. Un coche de combustión solo te tienes que preocupar de acelerar y frenar para llegar a tu destino, no tiene mucha más complicación. En autopista, que ya has metido todas las marchas, no tienes donde ajustar más para ahorrar energía a no ser que bajes la velocidad a los 90 km/h con la marcha más larga. La frenada y deceleración regenerativa que tienen los coches eléctricos es otro mundo, se le puede sacar mucho partido y a cualquier velocidad.
En las embarcaciones náuticas, la navegación a vela requiere de un uso inteligente de las velas para sacarles un mayor rendimiento e ir más rápido. Usamos una palabra para definir lo anterior que es saber “trimar las velas”. Los barcos a motor, como los coches de combustión, no hay que complicarse mucho para hacerlos correr, solo es pisar acelerador y poner gasolina.
En solo un mes ya soy un entusiasta de este medio de transporte, el coche eléctrico, y os lo recomiendo a todos, como también os recomendaría a los que no conocéis la navegación a vela que lo probéis. En Escola Port en Barcelona somos especialistas en formar navegantes en velero.
Rodrigo Andrade Olivié.